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CAP 15: UN FESTIVAL HELADO EN ZWOLLE

Se que tengo un poco abandonados a mis lectores pero creedme que han sido dos meses realmente ocupados. Pero, aunque la espera ha sido larga, seguro que merece la pena porque hoy os traigo un post invernal que os va a encantar, tanto como la sorpresa de descubrir Zwolle...pero no nos adelantemos...


Ayer cerró sus puertas uno de los mayores eventos de invierno que podéis visitar en Holanda, el Festival de Esculturas de Hielo (Ijsbeelden Festival) que se celebra cada año en la ciudad de Zwolle. Un complejo de 6500 metros cuadrados donde más de 40 artistas internacionales han hecho posible la exposición de este año que llevaba por título "World in Motion", un fantástico viaje al pasado, presente y futuro de la locomoción que quiero compartir con vosotros...¿Me acompañáis?


Después de comprar nuestras entradas (información aquí) y esperar una media hora de cola, nos abrigamos bien con plumíferos, gorros, bufandas y guantes y nos adentramos en este mundo helado a -8 ºC para darnos de narices con el gran maestro Leonardo da Vinci (1), que se encuentra en su laboratorio detrás de un caballete con varios bocetos de sus famosas máquinas voladoras...


Al girarnos nos encontramos con la obra colosal del Hundimiento del Titanic (2), con infinidad de detalles en los supervivientes del bote...¡hasta el perro!


Tras cruzar una puerta de hielo, los famosísimos Bonnie & Clyde nos esperan junto al Ford V8, el Coche de Gánster (3) favorito en la América de los años 30.


La escena del Aterrizaje en la Luna (4) sorprende por su realismo, quizás porque con tanto frío alrededor te imaginas estar paseando por la superficie lunar...


Rápidamente pasamos junto a La Bicicleta (5), omnipresente en Holanda, y Laika, la perra del Spoetnik (6)...


...y llegamos al Carro Egipcio (7), un vehículo cuya versión tirada por un caballo fue introducida en el Antiguo Egipto por la dinastía Hyksos en el siglo XVI antes de Cristo. ¡Precioso!


El Rally Dakar (8) está representado por sus motos y una fantástica escultura de una pantera al acecho que parece que va a saltar en cualquier momento...


Por supuesto, no podían faltar los Coches de Disney (9) representados por su famoso y simpático protagonista Rayo McQueen.


Llevamos ya un tercio de la exposición y la emoción es tremenda. Mires a donde mires encuentras una maravilla esculpida y me pregunto constantemente ¿cómo pueden hacerlo?

Atravesamos en nuestro caminar una puerta de hielo sobre la que se apoya El Transbordador Espacial (10), que parece ascender dejando una gran cantidad de humo hecho de nieve.


El Hindenburg (11) es el dirigible más grande que se haya construido jamás. Aquí lo vemos surcando el cielo de Nueva York suspendido sobre el Empire State Building.


El Caballo de Hierro (12) es como los indios cheyennes llamaban a la locomotora del primer ferrocarril transcontinental contruído en Estados Unidos. A mi, particularmente, me llama poderosamente la atención lo bien hecho que está el bisonte...


¿A que siempre habéis querido echar un vistazo dentro de La Cabina (13) de un avión? Pues aquí tienes la oportunidad de sentarte a los mandos de una cabina única hecha con nieve jejejejeje.


Seguimos en nuestro recorrido y nos encontramos con Aníbal y sus elefantes (14), para mí una de las esculturas más bellas de toda la exposición, especialmente el elefante.


Entre los vehículos que no podía faltar está el de Fórmula I (15) ¡aunque sea de hielo!


Y para finalizar esta segunda parte nada mejor que El Barco Vikingo Oseberg (16), una nave encontrada en un túmulo funerario en la provincia noruega de Vestfold. Simplemente magnífica...


A estas alturas del recorrido y, a pesar de los guantes, os aseguro que se hace muy difícil hacer fotos porque ¡ya no se sienten los dedos! Tengo que obligarme a moverlos constantemente porque aún nos quedan muchas cosas que ver...¡y zasca! me doy de bruces con los personajes de Frozen de Disney (17)...¡los favoritos de mi sobrina Greta!


Ahora nos toca navegar en el Siete Provincias (18), un navío construído en 1664-1665 en Rotterdam y uno de los buques de guerra más famosos de la Edad de Oro de los Países Bajos.


Por El Submarino (19) pasamos tan rápido y con los dedos tan entumecidos que no me dio tiempo ni a sacarle una foto pero si al Autobús de Londres (20) en el que tantas veces me he subido y que tan buenos recuerdos me trae...


Lo que no imaginábamos era encontrarnos con Star Wars (21), sus soldados imperiales, sus naves ¡y el mítico R2D2! Una fan incondicional de la saga como yo no podía evitar grabar un pequeño vídeo justo antes de que se me acabara la pila de la cámara...



El Fokker DR1 (22) y el USS Arizona y el Ataque a Pearl Harbor (23) cierran esta fantástica exhibición helada en el momento preciso en que nuestros dedos y cuerpos no pueden soportar ya más frío. ¡Brrrrrrrrrrrrrrrr!



Es hora de tomarse una buena sopita caliente dentro del recinto, que está lleno de puestos de comida diversa, lugares para sentarse y juegos para los niños...o darse una vuelta y descubrir Zwolle pero eso...eso será en el próximo post...¡hasta pronto!