Hace un par de días cayó en mis manos, por casualidad, la noticia sobre la inauguración en Rotterdam de un nuevo mercado cubierto inspirado en los mercados que podemos encontrar en Madrid o Barcelona...Ni que decir tiene que me puse a investigar y descubrí una de las construcciones más alucinantes que he visto hasta el momento, el Markthal...¡y recién inaugurado!
(fuente foto Aquitectura y Empresa)
Me faltó tiempo para organizar una excursión para ir a ver semejante maravilla, excursión a la que se apuntaron Danny, mi hermano Roland y mi cuñada Anny. Ayer sábado era el día ideal. Las previsiones meteorológicas anunciaban un día caluroso (en torno a 22ºC) bastante raro para esta estación del año que acaba de empezar. ¡Allá vamos Rotterdam!
Para quién no conozca aún Rotterdam os diré que, sin duda, es una ciudad con muchas caras. Ciudad portuaria y centro internacional, es también una ciudad de moda para salir, una elegante ciudad comercial y una ciudad artística a la última. Pero Rotterdam es, sobre todo, la ciudad de la arquitectura de Holanda, con la innovación como punto central y una silueta urbana en constante cambio. Así que ya sabes Patri ¡no puedes dejar de venir a conocerla!
Para entender la Rotterdam de hoy hay que remontarse muchos años atrás...Alrededor del año 1270 se construyó un dique en el pequeño río Rotte sobre el que se asentó una pequeña comunidad de pescadores. Esa pequeña aldea ha llegado a convertirse en la que hoy es la segunda ciudad más grande de los Países Bajos y uno de los puertos más grandes e importantes del mundo. Pero no fue hasta 1340 que Rotterdam adquirió la categoría de ciudad, gracias al comercio y a la navegación.
Entre 1866 y 1872 se abrió el Nieuwe Waterweg, que constituyó una vía abierta hacia el mar a través del río Maas. La ciudad se convierte así en un centro portuario internacional.
Pero durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército alemán invadió los Países Bajos. Hitler tenía la esperanza de conquistar el país en un solo día, pero los holandeses presentaron una resistencia inesperadamente feroz los siguientes 5 días. Finalmente, el ejército holandés se vio obligado a capitular el 15 de mayo de 1940, después de que Hitler bombardeara Rotterdam el 14 de mayo y tras la amenaza de bombardear otras ciudades holandesas. El corazón de Rotterdam fue casi completamente destruido...
(fuente foto Wikipedia)
Una de las pocas cosas que quedaron en pie tras el devastador bombardeo fue St. Laurenskerk, iglesia medieval que quedó seriamente dañada. Sin embargo, en 1952 los habitantes de Rotterdam decidieron restaurarla y devolverle su esplendor original.
El que si sobrevivió, milagrosamente, al bombardeo fue el Ayuntamiento, único de los edificios antiguos que queda en el centro de la ciudad. Por cierto, que viendo la bandera de la ciudad que ondea en el edificio - si, si, la verdiblanca de la derecha - diría que se parece mucho mucho a la de Andalucía...
El carácter decidido y práctico de los holandeses explica que, tan sólo dos semanas después del final de la guerra, comenzaran la reconstrucción de la ciudad. Se rompió radicalmente con el pasado y se comenzó a levantar una nueva ciudad, moderna y cosmopolita. En 1954 se terminó la Lijnbaan, la primera calle comercial de Europa exclusivamente peatonal, donde podéis encontrar todo tipo de comercios y tomaros una cervecita en sus animadas terrazas. ¡Y no veas que animada está la plazita por las tardes!
Personalmente me gusta pasear por esta ciudad. La Rotterdam actual es una oda a la arquitectura moderna, llena de edificios espectaculares que contrastan con las únicas casitas tradicionales que quedan al otro lado del río Nieuwe Maas.
Para conectar el sur de la ciudad con el norte, donde se concentra el núcleo urbano, se construyó el Erasmusbrug, llamado así en honor al filósofo Erasmo de Rotterdam y apodado "El Cisne". Es, sin duda, el puente más famoso de la ciudad y uno de sus símbolos más conocidos.
El otro gran puente de la ciudad, aunque menos espectacular, es el Willemsbrug, llamado así en honor al rey Willem III y que sustituyó a otro viejo puente que ya no resistía el intenso tráfico.
Algunos edificios se han hecho famosos tras aparecer en alguna película, como el Willemswerf que los fans de Jackie Chan recordarán por una escena de la película Who am I? en la que Jackie se desliza por la fachada...la inclinada...
Pero si tengo que elegir algún edificio de Rotterdam, por único, me quedo con las Kubuswoning...Si, lo se, no soy nada original, jajajajajaja. Las casas cubo son un conjunto de casas diseñadas por el arquitecto Piet Blom en 1984 y construidas en la calle Overblaak. Todas las casas están habitadas. Aunque parezca increíble. Los dueños solían ser molestados por los curiosos que se acercaban a verlas hasta que un propietario decidió abrir una casa al público y cobrar la entrada....¡negociantes estos holandeses! Yo no la he visto por dentro pero os aseguro que vista desde fuera es una auténtica frikada...
Una curiosidad más. Rotterdam está construida sobre todo detrás de los diques por lo que gran parte de la ciudad está por debajo del nivel del mar. El Prins Alexander Polder, en el noreste de Rotterdam, se encuentra a 6 metros bajo el nivel del mar, siendo éste el punto más bajo en los Países Bajos.
Ahora que estamos por aquí cerca os recuerdo que nuestra intención hoy era visitar el Markthal...¡si es que se me va el santo al cielo! Bien, pues este edificio es una clara apuesta de la ciudad para tratar de repoblar su centro, ya que desde que gran parte desapareció y se quemó durante el bombardeo, esta zona se ha ido trasformando poco a poco en zona de oficinas y se ha ido alejando de los edificios residenciales.
Este híbrido de mercado y edificio de apartamentos es el primer mercado cubierto de Holanda, con una superficie total de 100.000 metros cuadrados que integra un mercado cubierto, zona de restauración y ocio, zona residencial y zona de aparcamiento. ¡Casi nada!
(fuente foto Arquitectura y Empresa)
Impresiona lo grande que es cuando te acercas a su entrada...Tanto la principal como la posterior están cerradas por fachadas suspendidas de cristal flexible que permiten la entrada de luz solar y, desde dentro, puedes ver todo el exterior mientras que te aislas del exterior.
Pero lo más alucinante está dentro...las paredes interiores del mercado están cubiertas por cerámica de preciosos colores con dibujos de flores, plantas, animalitos...y puedes ver las ventanas de los apartamentos que se abren hacia el interior del mercado...¡una pasada!
Decir que el mercado está abarrotado un sábado es quedarse corto. A la gente que va a comprar a los numerosos puestos típicos de un mercado que cubren la planta baja, se unen los que deambulamos con la boca abierta por los pasillos que comunican con numerosos puestos de restauración, supermercados y tiendas de lo más variado.
Con curiosidad me acerco al único puesto que vende jamones ibéricos...no os vais a creer lo que pone que cuesta un pata negra...¡320 euros!
Desde la segunda planta se aprecia mejor la vida del mercado. Encima de algunos puestos han colocado terracitas donde degustar los productos que se venden...aunque dudo que sean a precios económicos, visto lo visto...
Eso si, gente no falta en ningún sitio. Tampoco en el único bar de tapas que he localizado en el mercado...
En mi opinión ha merecido mucho la pena venir a visitarlo y aún tiene que acabar de llenarse así que si alguien está pensando en montar un negocio en Rotterdam ¡este es un marco incomparable!. Si queréis saber más os dejo la web oficial (en holandés e inglés) para que acabéis de flipar, jejejejejeje.
Nos alejamos del mercado para seguir nuestra visita por esta bonita ciudad, siendo consciente de que sólo os he traido una pincelada de lo que os puede ofrecer y que, necesariamente, tendré que completar en sucesivos posts. La rutina continúa y los quehaceres cotidianos se suceden, independientemente del lugar. No puedo dejar de sonreír...
Acabo nuestro periplo fotográfico de hoy enseñándoos la nueva estación de trenes, Rotterdam Centraal, inaugurada en Marzo de este año. Alucinante ¿verdad?
Me quedo por aquí contemplando el paisaje y disfrutando del día...¡Hasta la semana que viene!
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